“Cada artista siente la necesidad de pintar por fin el verdadero tarot.”
-Jodorowsky.
Tengo experiencias con el Tarot muy arraigadas desde mi infancia. En mi vida adulta tuve influencia y acercamiento a Jodorowsky, hasta llegué a tatuarme la Luna como una manera de integrarme con lo femenino en mí por medio de la sexualidad. 
Fúndete en él hasta que fluya en tú sangre. En el tarot se puede ver la esquizofrenia que hay en el artista que lo pinta. Pues para su entendimiento se tuvo que haber atravesado por la locura misma. El loco es un misterio de combinaciones infinitas. Solo en la locura se puede llegar a entender la creación del universo.  Es destrucción, la vida solo es conocida y apreciada por la llegada de la muerte. La llave al conocimiento, que para comprenderlo hay que olvidarse de todo saber, vaciarse y desvanecer todo prejuicio y deseo. Construir a base del imaginario mundo de infinitas posibilidades, lo onírico y la realidad, sólo así se podrá continuar en la resolución de enigmas. Rechaza la simetría, todo orden y paradigma. Son conocimientos enciclopédicos, matemáticos, geométricos, científicos, artísticos que desafían al tiempo superior a todas las épocas, la gran sensatez de lo que es el cosmos y la unidad d ela cual estamos ya muy separados. Hay que verlo como un instrumento humilde que accede a los puntos más recónditos de la mente.
Entenderlo es ponerle fin a toda ilusión. Sin desearlo, el Tarot se anticipa a una curación, pero cuidado, porque actúa como espejo. Los arcanos crean una forma a su vez caótica, geométrica o figurativa. Es arte humano que conduce a un arte sacro. Una enseñanza anónima como todo arte sagrado. n mensaje enviado desde el fondo de todos los siglos. El anonimato de la libertad, de quien lo quiera, en este caso al artista pueda penetrarlo de tal manera que sin autor se convierte en él.