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Una expresión existencial subconsciente.
Esos trazos triangulares a manera de fractales, producto de la liberación de su mente complicada, transmite aquello que ve desde sus dilatadas pupilas al paso de la luz en lienzos grandes y pequeños; maderas, algunas también triangulares y paredes donde se expresa con murales e intervenciones, en sólo o acompañada, que podemos encontrar en las calles, principalmente en la 6ta y recientemente en Rosarito. Figuras semigeométricas de delicados y subsecuentes entrelineados, mezclando colores donde predomina el menta, preferido por su frescura y energía que nos transmite y está presente en la artista residente de Tijuana desde hace ya 5 años. Su inspiración deviene desde los más remotos recuerdos de su infancia y los traumas exteriores de una caótica evolución a la vida adulta. Decapitaciones, amorfologías, sonrisas pervertidas, dualidades entre lo femenino y lo masculino; la iluminación y hasta la apertura del tercer ojo, es algo de lo que podemos encontrar de manera irracional por el recorrido de la historia de sus pinturas. No se puede pasar por alto esa acentuación del poder de la -Yoni- que nos empapa con toda esa fuerza, de manera íntima a toda la mística e introspección de lo que es ella misma: "Si la razón nos llevo al caos, la imaginación puede salvarnos" como la misma artista lo afirma en su frase personal que se puede encontrar también en algunos de sus cuadros.
